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el periodico de saltillo
Agosto 2016
Edición No. 330


El ejército en las calles es un golpe de estado a la ciudadanía: General Carrillo Olea

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Lo que está haciendo Peña Nieto, incluyendo el pedir perdón por el seguro trinquete de La Casa Blanca,
es un rosario de desatinos. Dice que lo de La Casa Blanca fue un error. No, no fue error, fue un
acto de deshonestidad del que no va a ser perdonado por los mexicanos. También en otros
rubros, casi en todos, comete errores. Parece que le pide consejos a su espejo.

Sin embargo y a pesar de lo que Peña Nieto diga, la presencia de los militares en las calles es una anomalía, es un acto inconstitucional. El ejército tiene tareas específicas y entre ellas no está la de andar por las calles combatiendo a los delin- cuentes. Para eso son las policías y los servicios de inteligencia del Estado. Tener al ejército en las calles -en mi criterio- es un golpe de Estado no al gobierno pero sí a la ciudadanía, porque el Estado somos: El gobierno, los ciudadanos y el territorio, no sólo el gobierno. Todo lo que ha hecho este gobierno contrario a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es ilegal y en el último de los casos, ilegítimo.

En este mismo sentido -dice el general Jorge Carrillo Olea- el gobierno de Peña Nieto ha promovido una serie de actos para fortalecer esa anomalía: 1.- Resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que avala la presencia de tropas en la seguridad pública. 2.- Reforma al Código Militar de Procedimientos Penales para autorizar a jueces castrenses ordenar acciones sobre garantías de civiles como es la inviolabilidad del domicilio, 3.- Legislar que militares deban actuar como primeros respondientes ante un presunto delito. Y, la cosa es que darles funciones civiles a los militares, probablemente Peña Nieto no sabe a dónde nos lleva.

Estas reformas al medio castrense al igual que las demás -la energética, la fiscal, la de hacienda, la cultural, etc.,- son propiamente tretas para mantener el poder en base al control desmedido de la ciudadanía. Esto nos muestra por un lado la ineptitud de Peña Nieto para gobernar y por otro, que tales reformas son de hecho ordenamientos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, debido al gran endeuda- miento del país ante ellos, y por eso recurren a este dictado para garantizar los intereses del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de las trasnacionales radicadas en México. Todo esto es propiamente un auto golpe de Estado previniendo un levantamiento social. Es el quid de tales imposiciones, al mal trato del gobierno a los ciudadanos y la corrupción galopante cobijada por la impunidad que asola al país.

En otro escrito posterior, Carrillo Olea nos plantea otro problema, nos dice que las fuerzas desatadas están en curso de choque. De no hacer lo justo e inteligente Peña Nieto, adoptando una postura de gran nivel, certera y eficiente, el país debe prepararse para algo serio, muy serio a corto plazo. La ingobernabilidad es tal que su combustibilidad fue catalogada por Osorio Chong como grave. El gobierno abrió más frentes de los que podía gestionar. Cada semana entró uno más. El provocador de la crisis presente es Aurelio Nuño, quien tiene, cero experiencia en todo lo relacionado con la cosa pública y con la educación, y es… Secretario de Educación. ¡Válgame Dios!

¿Por qué se le nombró?... ¿Peña Nieto tomó decisiones dialogando con el espejo acaso? Eso es faltarle al respeto al interés social. Aurelio Nuño, seguramente por indicaciones de Peña Nieto, usa a los medios de comunicación para azuzar a la opinión pública contra los inconformes. El gobierno ha desatado una guerra de engaños y ocultaciones en los medios, y más grave es que los azuze y les pague -a esos medios vendidos- con dinero del pueblo, al que están engañando y contraponiéndolo contra los maestros, los que en todas las instancias tienen razón en sus reclamos. Una comunicación honesta entre el gobierno y la sociedad no ha sido posible porque en el gobierno ciertamente no hay honestidad. De nada le ha servido a Peña Nieto tener a su servicio un Departamento de Inteligencia como el CISEN -Sistema Nacional de Inteligencia- el que le cuesta al país algunos miles de millones de pesos anualmente. Este es el error, se recarga más en el servicio de inteligencia militar, considerándose -como si fuese cierto- que él es el Comandante Supremo de las Fuerzas Militares Mexicanas. O, ¿usted qué opina al respecto, apreciable lector?

ah.pd@hotmail.com

 

 
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